No existe una fecha precisa que nos indique cuando dio comienzo la costura, los primeros instrumentos utilizados como agujas eran de hueso o marfil. En ese momento, el metal todavía no era tal como se utilizaría más adelante.  La profesión de modista empezó debido al uso especifico de la ropa, tanto para realizar cualquier tarea, protegerse del clima o acudir a diferentes eventos. 

El uso específico de la ropa de forma personalizada o para mayor comodidad elevó la profesión de modisto. 

En la antigüedad, al no existir modelos ni pasarelas, los diseñadores mostraban sus prendas en pequeñas muñequitas.

El sastre es un hombre que se dedica a cortar y confeccionar a medida ropa de hombre, especialmente trajes y camisas. Lo que quizá no sepáis, es que también existe el termino sastra para referirse a esta profesión cuando quien lo realiza es una mujer. 

La modista es una mujer cuyo oficio es hacer prendas de vestir, generalmente de mujer aunque también de hombre. La modista diseña, patrona, crea prototipos, elige tejidos, corta, ajusta, confecciona ... En este caso el término modisto, que se utiliza cuando es un hombre quien tiene esta profesión, está más generalizado que en el caso de la sastra. 

La costurera es quien cose las prendas. A diferencia del sastre o la modista, la costurera ni diseña ni patrona. Recibe las prendas ya cortadas y su trabajo es coserlas según las indicaciones que reciba. 

El diseñador/a es, como la propia palabra indica, el que diseña. Es la persona creativa que lleva las ideas al papel y dibuja los modelos que serán elaborados a posteriori. El diseñador no tiene por qué saber patronar o coser, aunque por lo general puede llevar a cabo todos los pasos de la elaboración de una prenda. 

Un buen modisto debe ser: arquitecto para los patrones, escultor para la forma, pintor para los dibujos, músico para la armonía y filósofo para la medida.  Balenciaga.